martes, 5 de marzo de 2013

Intentar.

Hay una frase perfecta que deberíamos tener muy presente cuando surgen problemas e indecisiones y no sabemos cómo responder a ciertos desafíos. La frase, que pertenece a la película ''Alguien voló sobre el nido del cuco'', forma parte de la escena en la que Jack Nicholson (el protagonista) intenta arrancar una fuente de agua para estrellarla contra una ventana y alcanzar la libertad. Uno de los pacientes le advierte: ''No seas estúpido, no se puede hacer eso'' Y él contesta: ''Yo si puedo, todo es posible'' y añade: ''Este mundo es de los fuertes, amigo'' Fuerza su cuerpo hasta el extremo durante unos minutos y con las venas asomando en su cuello se percata de que nunca va a poder mover aquella maldita y pesada fuente. ''¿Lo ves? te dije que no podrías hacerlo'' Y ese excelente actor que es Nicholson, mira a todos y les dice la frase de hoy: ''Al menos lo intenté, ¿saben?... al menos lo intenté.''

El espíritu siempre ha de ser ese: intentarlo. Incluso si se trata de 'imposibles', se han de intentar, porque es preferible la constatación de lo inviable, que la agónica y eterna pregunta de qué hubiera sido de haberlo intentado.

El que lo intenta nunca pierde, pierde el espectador incapaz de afrontar un sólo riesgo temeroso de perder. Pierde el pusilánime presto a la critica, pero de tan escasa resistencia que no le da para arriesgarse. Débil es el que no intenta, valiente es el que fracasa. En la vida lo increíble es cotidiano y lo imposible puede ser posible... si lo intentamos.

Sobre la película, hay algo que me llamó la atención, el por qué del nombre. Proviene de un proverbio: ''Uno voló hacía el este, uno voló hacia el oeste, y uno voló sobre el nido del cuco'', que significa que cada cual es dueño de seguir su destino en diferentes direcciones de las de los demás.
Yo voy por intentar.

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